Como futuros trabajadores y trabajadoras sociales creemos que es conveniente trabajar desde una edad temprana la educación de los niños y niñas para que su educación sea lo más activa, constructiva, enriquecedora y integradora posible. Es importante el papel que que deben tener los padres o progenitores a la hora de educar a su hijo/a no solo en la escuela sino en los hábitos de la vida cotidiana. A continuación planteamos una serie de acciones interesantes para introducir estos hábitos dentro del proceso de aprendizaje del menor.
"Un buen padre vale por cien maestros"
Jean Jacques Rousseau
Hay seis acciones que pueden contribuir a re-definir los roles de género y a transformar gradualmente las normas sociales y creencias que sustentan las desigualdades, desde la primera infancia:
- Dando el ejemplo como padres y madres,compartiendo las responsabilidades de cuidado y las tareas domésticas.
- Incentivando juegos, juguetes y libros no sexistas que no segreguen y categoricen espacios, temas, actividades y roles para niños y niñas.
- Asegurando que tanto niñas como niños aprendan y gradualmente tomen responsabilidades relacionadas con el cuidado, el orden y la limpieza.
- Oponiéndose a cualquier burla sexista, comentario peyorativo o que refuerce roles estereotipados de género, desde preguntarle a un niño de 4 años cuantas novias tiene, hasta reírse de él porque tiene miedo.
- Incentivando a las niñas en el aprendizaje de matemáticas y enfrentando los sesgos inconscientes de que las matemáticas no son para ellas.
- Brindando oportunidades para que las niñas tomen riesgos y realicen actividades físicas (trepar, reptar, hacer equilibrio).
Noticia extraida de un estudio reciente del Banco Interamericano de Desarrollo que analiza textos escolares en Chile.
"Los niños no ven diferencias, simplemente son felices"
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